9° Desfile de Alebrijes Monumentales
- erickfkd

- 20 oct 2015
- 3 Min. de lectura
El desfile empieza a las 12 pero nosotros ya llegamos, abrigados pero aún con frío caminamos por Avenida Juárez con una ligera llovizna que pega en la cara de los pocos que caminan a esas horas junto a nosotros; son las 11 de la mañana y ya llegamos al zócalo, la Feria del Libro del Zócalo acapara la plancha del centro histórico cobijada por la monumental bandera mexicana, a un lado, frente a la Catedral, más de 200 alebrijes ya esperan la hora para la partida puntual.
Un joven y su ¿hijo o hermano? Nos hicieron la mañana, el mayor deslumbraba al pequeño con su comentarios (llenos de conocimiento) y sus alegres puntadas remarcando las formas y la anatomía de lo que se mostraba ante nuestros ojos deseoso de llevarse uno a su casa.
Un águila ¿o tigre? Verde, rosa, azul, manchas, colmillos, cuernos, ojos grandes, púas, espinas, escamas, patas flacas y patas fuertes… ¡Alas! como las que seguramente ayudan a volar a las mentes de más de un millón de artesanos que participaron en la creación de estas exóticas bellezas y es que la belleza intrínseca de la naturaleza sumada a la creatividad humana dan como resultado criaturas dignas de los mejores museos mundiales.
Por momentos nos sentíamos en una dimensión aparte, la cual olvidábamos al ver la bandera ondear en el centro de la plancha capitalina y lo mejor es que el desfile ni siquiera había comenzado, nos llevó 40 minutos ver cada uno de los alebrijes que ahí se encontraban, así que decidimos regresar por donde habíamos llegado y apostarnos en una banca frente al hermoso Palacio de Bellas Artes.
Nos sorprendió que aún no hubiera gente y que los coches siguieran circulando por la avenida, ya eran las 12:15 y no se vislumbraba ningún contingente en el camino; pasamos los minutos conversando con una mamá que llevaba a su hijo porque su maestra se lo había dejado de tarea (¡bien por esa maestra!) y poco a poco la gente comenzó a llenar las banquetas, nuestra precaución de llegar temprano se estaba esfumando pues estábamos perdiendo nuestro lugar, lugar que habíamos escogido para poder tener buenas postales que mostrarles a todos nuestros lectores y también para nuestra colección pues como ya se habrán dado cuenta somos (o soy) aficionado a la fotografía o fotógrafo aficionado, como lo quieran ver.
Como siempre algunos empujones, uno que otro inadaptado que no respeta, etc. lo de siempre en un evento lleno de gente, pero todo bien todo en orden mientras en la esquina ya se veía la vanguardia del desfile, encabezado por una banda de esas que se ven en las películas gringas con mucho ritmo acompañada de "the eye of the tiger", ¡MAGISTRAL entrada! Y atrás de ellos poco a poco aparecieron los protagonistas del evento uno tras otro acompañados de sus creadores y cobijados por un cúmulo de gente que salió de la nada, que gritaba, aplaudía, tomaba fotos, selfies, de todo.
Escaramuzas y charros, vivos y muertos pasaban bailando y cantando, alentando y divirtiendo a la gente, también luchadores y un grupo de aborígenes africanos que no entendimos muy bien que hacían ahí pero que igual se integraron a la fiesta, arlequines y calacas, demonios que acompañaban a los coloridos alebrijes que parecían disfrutar al igual que todos los que nos encontrábamos ahí y así desfilaron 221 alebrijes provenientes de cada rincón del país y de la imaginación. Al final unos alebrijes de amarillo pollo, de esos de los que aletean en los complicados cruces de nuestra ciudad nos alentaban a quitarnos de las calles para que los coches pusieran pasar, al final, regresaba cada quién a su vida pero con un toque colorido a pesar de que las nubes seguían cubriendo el cielo capitalino.
¿A ti como te fue? ¿Qué te pareció?
¡Cuéntanos!














































































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